Se dice que de tanto roce…Terminamos por parecernos y siento que tengo el corazón de un Down y la metodología de trabajo de un Asperger.
Hay tanta información que nos llega, tantas innovaciones, gente tan maravillosa e inteligente, que muchas veces no sabemos cómo podemos llevar a cabo nuestro trabajo, nos preguntamos ¿Qué teoría sigo?, ¿Qué aspectos valoro?, en la red hay miles de recursos y gracias tenemos que dar por vivir en esta era de conocimiento compartido y poder llevar nuestro trabajo alrededor del mundo y conocer el de otros.
Uno de los pilares fundamentales y no me cansaré nunca de repetir es el conocer a nuestros alumnos, en educación especial por ejemplo, trabajamos mucho en base a un Dictamen, Diagnostico, Adaptaciones y muchas veces el papeleo nos consume y perdemos esa esencia tan importante que es el poder mirar más allá de los ojos de mis alumnos, tengo determinados alumnos con un diagnóstico, pero ninguno es igual otro, y eso debo respetarlo.
Durante mis años de experiencia como profe para estudiantes de educación especial en mi país natal Venezuela, recomendaba a mis alumnas desarrollar la capacidad y la intuición de un águila, es vital en nuestro trabajo y más si estamos en aulas abiertas o centros de educación especial, no podemos bajar la guardia, debemos estar alertas, no es fácil pero tampoco imposible y el tiempo y la experiencia te llevan a construir ese “sentimiento” dentro del alma y ponerlo en práctica cada día, el elegir la metodología de trabajo a utilizar cuando tenemos grupos heterogéneos y con niveles de competencia de diversos cursos, implica la misma acción, la clave está en que si conozco a mis alumnos la tarea de educarlos será mucho más fácil, he tenido alumnos que durante años no demostraron afecto, pero las seños le daban la oportunidad de brindarlo… o tenían la etiqueta “ten cuidado que muerde, ten cuidado que te agrede en el ojo con el dedo. En fin muchas situaciones que se presentan en nuestro día a día y debemos aprender a vivir con ellas.
En plan broma con mis colegas del cole les digo que debe existir un “kit” para seños de educación especial con pomadas y protección para los mordiscos, los golpes, los arañazos y las caídas, una pastillita de paciencia y fortaleza para esos días no tan buenos que tenemos dentro del aula en ocasiones, pero lo que si y estoy convencida es que al ver los logros por pequeños que sean de mis peques, mi corazón y mi alma se enriquecen y es cuando llego a casa me siento frente al ordenador a buscar recursos y planificar mis clases con mi infusión de lavanda y sonrío plácidamente.
Nubecitas de sabiduría