"Educar no es fabricar adultos según un modelo sino liberar en cada hombre lo que le impide ser él mismo, permitirle realizarse según su 'genio' singular".-Olivier Reboul, 2005
Atender a la diversidad supone aplicar conocimientos sobre diagnostico de capacidades, estilos de aprendizaje, estrategias cognitivas, necesidades educativas especiales, agrupaciones de alumnos y tutorización entre ellos. También supone tener conocimientos sobre diferentes lenguas, culturas, etnias y realidades sociales.
Finalmente, atender la diversidad significa flexibilizar espacios y tiempos y colaborar con tutores, profesores de apoyo, padres y la comunidad escolar en general.
Hemos de observar y escuchar a los alumnos para poder diagnosticar las capacidades adquiridas y la situación de sus estrategias cognitivas, y adaptar el discurso pedagógico a estos condicionantes. De este modo podremos diseñar sesiones de aula con actividades que den a algunos la posibilidad de recuperar y a otros de llegar más lejos, huyendo en un caso y el otro de cualquier paternalismo.
ambién necesitaremos conocimientos básicos sobre los estadios de desarrollo de niños y adolescentes, especialmente en Secundaria, que desafortunadamente no es normal que se nos ofrezcan, y conocimientos básicos sobre las lenguas, culturas y etnias de algunos de nuestros alumnos, amén de una formación mínima que nos permita una mejor personalización de contenidos para alumnos con necesidades educativas
especiales, con la ayuda de los especialistas de que el centro dispone.
Para que cada alumno/a alcance unos objetivos de enseñanza basados en una visión global, integradora, reflexiva y dinamizadora es necesario crear situaciones de aprendizaje en el aula que resulten óptimas para él o ella y salvaguarden su bienestar en el aula y en el centro. Esto no significa que sea necesaria una actuación personalizada permanente, sino plantear tareas que tengan en cuenta diversos estilos
de aprendizaje, realidades y circunstancias.
En el aula disponemos, sin embargo, de herramientas y estrategias que nos pueden ayudar a dedicar una atención individualizada a algunos alumnos en momentos concretos. Algunas de éstas son las tareas auto-correctivas, los contenidos digitales interactivos u organizar el trabajo por rincones. La atención a la diversidad también se aplica, en ocasiones, gracias a profesores de apoyo, organizando el trabajo conjunto de varios profesores en la misma aula o promoviendo desdoblamientos o grupos flexibles.
Cuando acaba el día, el centro puede fomentar la atención a la diversidad manteniendo abierta la biblioteca y las salas de ordenadores y/o promoviendo actividades deportivas, de ocio o de repaso que favorezcan la integración social y en las que se pueden implicar a padres.
También podemos encontrar fórmulas de atención a la diversidad que se apoyan en los propios alumnos, para conseguir una mejor atención a la diversidad, y que tienen que ver con el trabajo en parejas, los grupos de trabajo heterogéneos, el trabajo cooperativo, la tutorización entre alumnos de la misma o diferente edad, o el trabajo en colaboración.
A las necesidades individuales de ámbito curricular que el profesor debe atender, frecuentemente se suman necesidades de ámbito personal, familiar y social, difíciles de asumir desde el aula, para las que el docente no siempre cuenta con recursos suficientes. Para gestionarlas eficazmente es muy importante la colaboración con los tutores, el personal de apoyo del los centros, el entorno escolar y los padres.
Tampoco podemos olvidar que el clima que propiciemos en el aula, con los valores y creencias que transmitamos, nos ha de ayudar a mejorar o empeorar las situaciones de diversidad.
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